Llegué ayer al aeropuerto de Madrid y lo primero que vi (antes que cualquier otra cosa) fue un desfibrilador. Pensé "¿la gente tendrá como costumbre sufrir un paro cardiaco al llegar a Europa?". Adelante vi otros más, así que debo suponer que los españoles son expertos en infartos.
Después entendí la razón: el aeropuerto de Barajas es largo como chorizo y las líneas aéreas tienen la mala costumbre de no decirte hasta el último minuto en qué puerta va a salir tu avión. Te dan, eso sí, una pista: puede salir, por ejemplo, de la letra h, j o k. Cada una de ellas está separada por 250 metros, así que tienes que correr con tus maletas como en Mi Pobre Angelito para no perder tu avión. Con tanto susto y carreras, entiendo los desfibriladores.
Los españoles gritan para todo, pero son gente chistosa.
En cambio los lisboetas son las personas más amables del mundo. Lisboa debe de ser la capital de la buena ondita, los meseros te hablan bonito, la gente en la calle te saluda, en los negocios te ayudan para todo. No hay manera de sentirse triste, acá todo es precioso.
Lisboa es como Guanajuato pero sin vendedores de pepitas. Hay escaleras por todos lados y calles empedradas. Por las calles empinadas pusieron tranvías eléctricos que los gringos toman para no subir a pata.
Hay un lugar (el Bairro Alto) que es como una Condesa en pequeño: hay restaurantes hipsters y muchos lugares para echar trago. Caminaba yo por ahí cuando en una esquina vi una pequeña cantinita. Sorpresa. Ese lugar debe ser el último refugio de los ancianos lisboetas, un bar tan viejo, oscuro y pequeño, con una luz fluorescente, rocola vieja, una tele en un rincón, cacahuates en las mesas y ceniceros grandes, que me sentí comodísimo.
Cuenta sobre el idioma, lo que tiene que hacer uno a veces para hacerse entender, aun cuando también visitas un país en el que hablen castellano.
ResponderEliminarEse lugar es magnífico, si tienes chance, deberías ir a Cintra o Sintra, no me acuerdo cómo se escribe, parece un lugar sacado de historias medievales o algo así proque está bien bonito y ahí hay un tipo de postre parecido a los cubiletes aquí y donde vivía la reina, queda la chimenea, excelente sitio para pasarse la tarde, hasta arriba, está el castillo. Estará como a 3 horas de Lisboa.
ResponderEliminarLo cagado es que ellos hablan portuñol pero tu nomas no puedes con espagues..... jejejeje muy bonito lisboa =)
ResponderEliminar¿cuando regresas?
ResponderEliminarcuéntanos más de España, si? :)
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