Revistas Retro: Anuncios

 


Les voy a contar una cosa muy curiosa que me pasó el otro día:

Iba yo saliendo del metro Chapultepec y una señora estaba vendiendo libros y chacharitas. Vi que tenía unos ejemplares muy bien cuidados de varios cómics que yo leía en mi niñez: Lorenzo y Pepita, Sal y Pimienta, La Pequeña Lulú, Historietas de Walt Disney, etc. Estaban muy bien cuidadas y en su bolsita:

- ¿A cómo los cuentos, señora?

- De a 10 pesos

- A ver, démelos todos (eran 6)

A los dos días volví a pasar por ahí. Estaba la misma señora y me reconoció. "Le traje más cuentitos, joven" (esta vez traía como 10). Se los volví a comprar todos, ja ja ja. Se quedó muy contenta. Ya me dijeron en Twitter que seguramente dijo "Ahí viene ese menso que me compra mi basura", pero como dice el dicho, la basura de unos es el tesoro de otros. 😌

Las revistas son inocentes y me recuerdan mis años mozos. Pero los anuncios, los anuncioooooos. Me permitiré compartirles unos:


"Canibalita", ay Dios. Una de las cosas que caracterizaban los anuncios de estos cómics es que eran "pruebas de destreza" para que te regalaran cosas o te inscribieras a sus cursos. Por supuesto, a mí me encantaba resolver estos acertijos y me creía el muy inteligente. Quién diría que iba a acabar menso :P

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Éjele, Ángel Fernández anunciando Tutsi Pop. Las palentas estaban chidas (la de chicle era la más buscada por todos). Los caramelos no tanto. Los chiclosos sí y me destaparon varias muelas. A lo mejor por culpa de estos anuncios las mamás ponían una Bota Tutsi abajo del árbol de navidad.

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No conozco a nadie que haya dicho "Voy a resolver el acertijo del payaso, mandaré esta página por correo y voy a estudiar Reparación de Aparatos Eléctricos". NADIE. Aunque si se anunciaban es que seguramente recibían muchas respuestas. Por cierto, siempre me llamó la atención eso de "Escriba sus datos con letra de imprenta", yo que siempre he tenido letra de patas de araña.

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Este es bellísimo. Supongo que había catálogos con artículos de fayuca o con chucherías que nadie compraba, como el "Cenicero Inodoro" o "El Gato Barómetro". El "Cuadro de Plegaria" lo llegué a ver en algunas casas y era tan feo como se ve en el dibujo. Por cierto ¿quién querría una bota de florero?

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¡Duvalín! Anuncios en formato cómic dentro de los cuentitos eran mis favoritos. Por cierto: mi papá compraba decenas de cuentitos. DECENAS, teníamos una caja llena que leíamos una y otra vez. Cuando ya nos aburrían, nos llevaba a un expendio cerca del Mercado de Mixcoac para cambiarlos por poco dinero. Y regresábamos a casa con DECENAS de cómics usados. Qué bonito.

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Y por último este. No sé qué sería el Dinami King, pero lo prometían como un aparato que te hacía más alto. Y para las mamás: pueden tener el cutis más blanco aplicándose "Clari Sol" por las noches. Suena a clarasol.

Está bien curioso que hasta abajo dice que la revista estaba aprobada por la Secretaría de Educación Pública. ¿Cuándo dejarían de hacerlo? Prometo que pronto subo más anuncios de esta época y de revistas más recientes.

Comentarios

  1. Amé esta publicación, yo leía el Libro Sentimental porque mi madre santa siempre lo compraba (entre otros), siempre leía los anuncios y a los 10 años estaba loca por "estudiar por correspondencia" y ser Detective Privado egresada del Instituto Maurer. 😂😂😂
    Gracias por hacerme recordar tantas cosas tan sencillas y hermosas de mi vida. Saludos.

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  2. Guillermo: muchas gracias por este “salto en el tiempo” donde nos permites un breve, pero alegre atisbo, a esas publicaciones que conocimos en el pasado, mismas que contenían publicidad o promociones que podrían considerarse poco efectivas en su mensaje, pero eran reflejo de su época.

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