Decía Jorge Negrete que los machos de Jalisco son
afamados por entrones, por eso traen pantalones. El mayor pecado del mexicano es “no entrarle”, aunque eso signifique tratar de arreglar un motor sin saber para qué sirve una bujía o aceptar un trabajo sin saber de qué se trata. Para eso, desarrollamos varios métodos que no tienen nada de científicos, pero que sorprendentemente ¡a veces funcionan!
Método Vilchi
Dícese de cuando haces las cosas “al vil chingadazo”. Qué más da arreglar un enchufe y que salgan chispitas, lo importante es que funcione.
Como El Borras
Te avientas como el célebre personaje de la televisión, protagonista de los Beverly de Peralvillo, que lo mismo aceptaba un trabajo de policía que vendía pepitas en su taxi último modelo.
En caliente ni se siente
No hay que pensar las cosas, solo hay que hacerlas. Deje atrás el miedo, no mida los riesgos, porque si lo piensa un segundo se dará cuenta que todo pinta para tragedia (de hecho, le aseguramos que nada va a salir bien). También se puede decir “En
fa, vamos a hacerlo en
fa” y todos sabrán que no se refiere a una nota musical, sino a hacerlo rápido.
Método de la tecnología de punta
Es decir, de punta de
madrazos. Sirve para arreglar computadoras, pantallas, autos, aviones y transbordadores espaciales, dándole unos buenos trancazos al aparato en cuestión.
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Método de agua y ajo
Aguantarse y a joderse. Cuando ya no hay nada que hacer, las cosas se tienen que arreglar solitas. No es recomendable aplicar este método si le salió un grano del tamaño de un melón en la espalda, no sea salvaje.
Método de la chaineadita
Método desarrollado de manera profesional por mecánicos automotrices ¿No hay tiempo de arreglar algo? No importa, solo hay que limpiarlo bien y pintarlo, para darle una
chaineadita. Palabra que viene del pochismo “shine”, chaina, chainear, pues. ¡Aunque sea échemelo a andar, maistro!
Manita de gato, sarpazo de tigre
Similar a la
chaineada, también puede aplicar al arreglo de ropa. Si su pantalón le queda largo antes de ir a una fiesta, súbale la bastilla con un másking. Si está en la oficina y se le cayó un botón, arréglelo con un segurito, el chiste es que aguante un buen rato. Se resume en la frase “Sí da el gatazo”. Como sinónimos están “Si da la pala” y “sí da la finta”.
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Y como lo solucionó?
ResponderEliminarMétodo de sepalachi
Sepa la chingada
Y que le damos?
Cempasúchil
Sepa su chingada madre...