El ataque de los vecinos pandémicos

 

En mi edificio hay solo ocho departamentos y un encargado, que vive en la azotea.

Debido a la pandemia, estamos encerrados, trabajando desde casa. No es un edificio común: solo son dos pisos y los departamentos se reparten como chorizos. Yo vivo en el fondo, así que desde mi ventana veo a casi todos.

Sucede que todo se oye. Es un problema común en la Ciudad de México. Y la pandemia te obliga a oir y a no oir al mismo tiempo. Lo explicaré: 

A veces escucho que mis vecinos del departamento al lado del mío de pelean, debido al dinero. Se pelean muchísimo, azotan puertas, su niño pequeño grita, se pelean por la suegra, se pelean por el trabajo. Yo, me hago como que no escucho ni me meto. El otro día llegó un paquete de Amazon y el repartidor estaba grite y grite. Como yo esperaba un paquete bajé:

- Es para el departamento siete –me dice

- Ah, deja le aviso -y le toqué la puerta al vecino

"Hey vecino, hay paquete para ti" "Ay, qué bueno que lo oiste". O sea, claro que lo oí, si escucho sus gritos claro que oigo al repartidor, pensé. Como que a mi vecino le cayó el veinte al mismo tiempo y me dijo "Je je je, es que todo se oye, ¿verdad?". Yo me hice loco.

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Justo abajo de mi departamento hay una familia grande con un pequeño que tiene autismo. La abuelita cuida al nene casi todo el tiempo y ella da por sentado que sí escucho lo que pasa en su depa. Ya nos hicimos amigos:

- Ay, es que el bebé da lata desde temprano, echa gritos

- Sí, no se apure

- Luego solo se calma con la música a todo volumen. Sí la escuchas ¿no?

- Sí, ya sé no se apure

- Ay, ya no sé qué hacer, es que su mamá no encuentra trabajo y se fue a limpiar paredes

No sé qué sea "limpiar paredes". Mientras el pequeñín me avienta su pelota y juego con él un rato. Es un amor.

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En el departamento 5 hay una chica joven que tiene tres hijas pequeñas y vive con su mamá. Un día yo iba de salida cuando el papá de las hijas (son divorciados) vino por ellas. Algo pasó que se estaban gritando en la puerta de entrada. La siguiente vez que la vi me dijo:

- Ay, perdón, el otro día estaba peleándome con mi ex

- No te apures. ¿Estás bien?

- Sí, sí ¡¡ES QUE ME ENOJO MUY RÁPIDO Y ME HACEN ENOJAR!!

- O___O

Me despedí y me metí a la casa. A veces escucho que se pelea con sus nenas porque no quieren hacer la tarea. La semana pasada sacaba a una de ellas jalándola del brazo y nos volvimos a topar en el pasillo:

- Ay vecino, cuando escuches que llegue la patrulla avísame para que se lleven a esta niña

- Er... sí, sí, está bien

- ¡¡¡Es que no QUIERE HACER SU TAREA Y ME HACE ENOJAR!!!

- Ahhhh seeeeeh, vecina, no te preocupes

Yo la bauticé como "la vecina Hulk".

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Raúl

Un día estaba trabajando en mi escritorio que está en la estancia principal y cuando fui al baño, me di cuenta que salía un ruido de mi cuarto. Me asomé y me di cuenta que un gato gris estaba roncando arriba de mi cama.

No sé cómo se llame ese gato, pero yo le digo Raúl porque siempre maúlla así: "Raúuuuuuuuuul, Raúuuuuuuul". Es un vago. A veces lo veo en la esquina, abajo de los autos. A veces se cruza la calle. A veces está ¡a la vuelta de la casa! La vecina del 1 le pone un plato con comida, así que en un principio asumí que era de ella.

Hoy en la mañana platicaba con el encargado y pasó Raúl caminando muy orgulloso:

- Oye ¿ese gato se duerme en tu casa? -Le dije

- Sí, acá duerme

- Es que en las tardes se va a dormir a mi cuarto, ya hasta le doy agua

- Ahhh es que es re confianzudo. A las 7 de la mañana se despierta y se va con el de la basura para que le dé de comer. El niño de la esquina también le da comida. La del 1 le pone su plato a medio día. Ahora sé que en la tarde se va contigo y en la noche viene a dormirse a la casa. Acá le damos de cenar

- ¿Quéeeeee?

- Así es ese gato

Y yo dejándolo subir a mis cobijas, guácala. Pero es que es tan bonito 😹